EL NERVIO DE LA PIEDRA
Isabel Martínez Barquero nos invita a recorrer el nervio de la piedra, de lo inerte, del vacío; rasguear los efímeros latidos de vida que permanecen en la nada buscando una identidad, un sentido, una voz. Y lo hace con el único arco que es capaz de dar luz en la penumbra de lo acontecido, la poesía: esa taquígrafa muda de lo inaprensible.
En nuestro frágil exilio íntimo,
pretendemos que nadie repare
en la vulgar existencia que nos niega.