Competencias emocionales para un cambio de paradigma en educación
Muchos problemas personales y sociales tienen un sustrato emocional importante que conviene atender desde la educación. La educación emocional tiene como objetivo el desarrollo de competencias emocionales, que es el tema nuclear de este libro. Entre estas competencias contemplamos la conciencia emocional, la regulación emocional, la autonomía emocional, las competencias sociales y las habilidades de vida para la construcción del bienestar emocional, tanto en la dimensión personal como social.
El “analfabetismo emocional” se relaciona con la prevalencia de ansiedad, estrés, depresión, consumo de drogas, violencia, acoso escolar, maltrato, comportamientos de riesgo, etc. Las competencias emocionales son un factor de prevención genérica de estas problemáticas, a la par que un dinamizador absolutamente necesario de la formación integral de la persona.
La educación debe atender las nuevas necesidades de la sociedad y de las personas, y atenderlas en toda su complejidad. Por lo tanto, no debe limitarse en exclusiva al desarrollo cognitivo, sino incorporar todos los aspectos que complementan y conforman dicha educación (emocional, social, moral, ético, etc.). En este libro nos centramos en la dimensión emocional, con la intención de sensibilizar al profesorado, y a la sociedad en general, de su importancia y de la necesidad de integrar sus propuestas en las orientaciones didácticas del currículo y en la praxis educativa.