EXILIOS
Exilios cuando no existe univocidad ni lugar ni ancla ni identidad. El hombre se exilia permanentemente del lugar en el que no ha estado nunca para tratar de alcanzar el lugar en el que jamás podrá estar. Porque su origen es ausencia, porque solamente puede re-construirse un origen (o una meta) que habitar mediante la escritura (el teclado, el espejo, el infinito bisbiseo de la nada) que aniquila lo que designa, que se aleja como una asíntota de lo que trata de aprehender (de abrazar-acariciar). Exilios ambulantes del poeta que deja constancia de su tránsito en dudosos cuadernos de bitácora.
Somos mensajeros de La Oquedad: la más brillante de las musas.