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¿Todas las meditaciones son iguales?

¿Todas las meditaciones son iguales?
¿Todas las meditaciones son iguales? ¿Cuáles son las diferencias entre la meditación cristiana y las meditaciones orientales? ¿Por qué meditan muchas personas “importantes”? ¿En qué consiste la meditación para los cristianos? ¿Es diferente? La meditación de tipo oriental es un viaje de bajada a tu interior, una introspección; busca desconectar y vaciar la mente. Al final del viaje te encuentras contigo mismo en tu soledad. La meditación cristiana, por el contrario, es un viaje de subida a las alturas en busca del Altísimo; anhela conectar con el Tú supremo y llenar tu mente de Cristo, fuente de descanso y de gozo. En la primera, buscas perderte y fusionarte con el cosmos impersonal; en la meditación cristiana, buscas encontrarte con un Dios personal, “el Padre nuestro que está en los cielos”. Solo tomando tiempo para meditar, con la ayuda del Espíritu Santo, podremos vivir en paz y calma, como nadie más nos las puede dar. No hay nada mágico en la espiritualidad y la meditación genuinas. Es cuestión de hacer el ejercicio de guardar las palabras que encontramos en la Biblia en el corazón a través de un estudio diligente y diario, y abonar todo con oración. La meditación bíblica es la reflexión centrada en el mensaje de Dios. Es el pensamiento sosegado, la contemplación pausada. Consiste en dar vueltas a las palabras escritas del Señor: leyendo, escuchando, memorizando.

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