Vivir a fondo
Yo voy por el mundo con la mente y sobre todo con el corazón atentos a la vida que nos rodea, a todas
las ideas y sentimientos que oigo, leo o experimento dentro de mí y que me impresionan positivamente.
Todo esto lo reflexiono, lo hablo con el Señor por medio de la plegaria y después lo elaboro de la manera que me parece más positiva y comprensible. Por eso creo que, a pesar de que muchas ideas son tomadas de otros, lo que digo en estas páginas es muy personal. Es lo que Dios me ha hecho sentir y me ha impulsado a comunicar.
Se trata de una comunicación que no se quiere quedar en una simple comprensión empática de los problemas ajenos, sino que pretende ir más allá: desea transmitir Esperanza. Porque estoy convencido de que, en nuestra vida, todo es gracia y de que en cada situación humana podemos ver una manifestación de la bondad de Dios que nos llama a crecer y amar más. Y que lo único que hace falta es saber descubrirlo y querer colaborar en ello.