Dinamita cerebral. Cultura literatura arte y poesía anarquista
Joan Mir i Mir, director del periódico El Porvenir del Obrero, recuperó en 1913 el título “Dinamita Cerebral” en una antología de cuentos anarquistas, en su prólogo decía: “El título de Dinamita Cerebral, fue inventado por Josep Llunas i Pujals, antiguo internacional y editor del semanario catalán La Tramontana, como oposición a la violencia sistemática de los dinamiteros”. Los anarquistas, con la dinamita cerebral, marcaron el objetivo principal de la propagación de las ideas ácratas, que reivindicaba la cultura, la ciencia y la razón como base de formación del ser humano hacia su emancipación. El movimiento libertario organizado se preocupó primero de enseñar a leer y a escribir a los obreros y campesinos, y luego formarlos. De aquí la aparición del obrero ilustrado. El proletariado consciente era la base fundamental para llegar a la revolución social. La cultura libertaria será la “piedra filosofal”, nueva y reluciente, que iba a cambiar el mundo. Ésta cultura anarquista era la chispa que anunciaba la aurora de una nueva sociedad libre, solidaria y autogestionaria. Una sociedad organizada de abajo a arriba a través de la democracia directa. Ferran Aisa con este ensayo realiza una síntesis histórica sobre los campos de creatividad anarquista: sindicatos, cooperativas, mutuas, ateneos, escuelas, publicaciones, editoriales, bibliotecas, certámenes… La cultura libertaria se desarrollará profundamente en el fomento de las artes, la literatura, el teatro, la poesía, así como la divulgación de la ciencia, el naturismo, el esperanto, la pedagogía… Los anarquistas crean un movimiento social de cariz anarcosindicalista y libertario, que será hegemónico entre el proletariado ibérico hasta el final de la Guerra Civil.