Las exigencias de Ariadna
Las exigencias de Ariadna es la continuación de Sísifo y el amor: el yo lírico, una vez abandonado, intenta aprender a gestionar la soledad y el sinsentido de su vida, amparada por el recuerdo de su amor, aunque fuera no correspondido. Pare ello intenta ampliar cada vez más también el horizonte temático y emplea simbología relacionada con la Naturaleza, normalmente el agua, el mar, la playa, el aire, los lirios entre cardos… así como los colores, la luz, etc., para describir sentimientos de soledad, desamparo e impotencia, a los que el yo lírico trata de sobreponerse tras una amor no correspondido, porque, aunque ya lo ha superado, tiene que aprender a gestionar su soledad, libertad e independencia).